Esta sentencia nos recuerda la importancia de tener siempre una mentalidad de crecimiento.
No sólo debemos conformarnos con lo que somos, debemos esforzarnos por aprovechar nuestro potencial y buscar la mejor versión de nosotros mismos.
Amar lo que podemos llegar a ser nos inspira para establecer metas ambiciosas y trabajar para alcanzarlas.
Nos permite pensar en grande para conseguir nuestros objetivos.
Sin embargo, esto no significa que debamos despreciar quiénes somos en el presente.
Es importante tener consciencia de nuestra identidad y de nuestras fortalezas actuales y siempre con la visión de crecer y mejorar.
Si estás buscando generar cambios en tu vida, considera trabajar con un coach que te acompañe en el proceso.
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Imagen © Baladesing