Cuando miramos a nuestro alrededor más personal encontramos todo aquello que conforma nuestra vida, lo que muchas veces denominamos “nuestro mundo.”
Si nos centramos en las personas con las que vivimos, con las que trabajamos, con las que nos divertimos, con las que compartimos una conversación, en nuestra pareja, en los hijos, en nuestros padres o nuestros amigos, comprobamos que todos ellos conforman una red que nos protege, cuida, ayuda y quiere.
Si ampliamos el circulo de las personas más cercanas, surgen los ámbitos en los que vivimos: el familiar, el laboral, el educativo, el de los amigos, el deportivo… son lugares, algunos incluso físicos, que enmarcan las relaciones con las personas.
De la interacción de estos dos elementos surge nuestra vida. En ocasiones, queremos cambiar algo de ella ya sea porque no funciona, porque las circunstancias hayan variado o porque el momento que generó una situación concreta ya no existe. Estamos en un sitio y queremos cambiar a otro después de haber evaluado la situación. Queremos realizar una mejora en nuestra vida y eso no significa que exista un problema solo es un propósito de evolución.
Los cambios obedecen a múltiples razones y su justificación, por lo tanto, también es variada, aunque no sea compartida por las personas de nuestro entorno. Las razones son personales y no precisan el aval de nadie. Nosotros iniciamos el camino del cambio porque es nuestra decisión.
Cambiar de zona es aventurarse con uno mismo. Es saber dónde estas y a dónde quieres llegar. Es querer implementar una nueva visión sobre aquello en lo que se ha instalado la rutina. Es conocer la estación de destino y trazar el camino para llegar allí.
Cuando iniciamos nuestro Cambio de Zona lo primero que aparecen son las subidas y las bajadas que hacen que el camino se transforme en algo aparentemente complejo. Si alguien está a tu lado acompañando ese cambio, las pendientes se encaran de otra manera y paso a paso, aunque sean muy pequeños, se llega a la cima.
Tú eres quien protagoniza el proceso, yo te aporto mi ayuda acompañándote y mi experiencia profesional para que tu cambio sea consciente, posible y perdurable.
El coaching, la formación y la mentoría son las disciplinas con las que trabajaremos para que alcances tus objetivos personales, profesionales o de estudios.
Si eres consciente de dónde te encuentras y dónde quieres estar, aunque no sepas aún cómo, quizás necesites mi acompañamiento en el camino.
Escríbeme y te ayudo con el sendero que inicia tu Cambio de Zona.
Tú marcas la ruta.
Imagen © CdZ